ALICIA ACOSTA
Había una vez un pirata tan chiquitín, tan chiquitín, que todo el mundo lo llamaba el pequeño pirata Serafín.
Un día, el malvado pirata Malapata lo capturó y lo encerró en la bodega.
Nuestro pirata tenía miedo, pero un ratón lo ayudó.
Y una gaviota ayudó al ratón...