LUIS MOLLÁ AYUSO
Después de la magnífica victoria de Don Álvaro de Bazán en la islaTerceira, el Rey Felipe II agradeció sus servicios nombrándole Grandede España y otorgándole el nuevo rango de capitán general de la MarOcéano. Las Cortes castellanas le recibieron con ferviente aclamacióny se entonó un tedeum en su honor en El Escorial. Ahora su objetivoera atacar a Inglaterra en su propio territorio. Llenando deentusiasmo al rey español que estaba sediento de esa victoria. Losastilleros comenzaron a trabajar sin descanso en Sevilla, Cádiz yLisboa, donde se aprovisionó de hombres y suministros. Galeones,urcas, carracas, galeras, galeazas, naos, y muchas más naves llenaronel estuario del Tajo, acompañadas de advocaciones religiosas, ya quese trataba de una cruzada religiosa bendecida por el Papa.
Todo parecía que estaba perfectamente preparado para lo quesería la gran batalla de la Armada Invencible de Bazán, pero no todoera lo que parecíaà