ITÔ, HIROSHI
«Y esto es...» Así comienzan todas las aventuras del señor Ruraru, un hombrecillo solitario y bigotudo. Vive en una casa pequeña con un jardín cubierto de césped, que cuida cada día del mundo. Siempre viste igual. Es probable que siempre duerma del mismo lado de la cama y que se lave los dientes empezando siempre por el mismo. En fin, el señor Ruraru tiene tantas manías y rutinas que un reloj le tendría celos si no fuera porque unos animales le meten la vida patas arriba. Esta vez es el gato, que le pide que toque el violín.